Va llegando el fin de semana y ya hasta sentimos cosquillas en las manos para ir armando el ritual de cualquier norteño: poner el asador y sentirte el rey de la parrilla, pero no te quedes sólo con la imagen de profesional, demuéstrale a tus invitados lo super pro que eres.

¿Estás listo para estos consejos matones? Ahí te van:

-Si aún no tienes asador, vamos como tres pasos atrás, ve buscando opciones que sean las mejores para tu casa; si ves alguno que tenga tapa, considéralo, porque además de asar también te servirá como horno, así que saldrás ganón.

-El carboncito será tu aliado siempre, más cuando quieres tener cocciones lentas o a las brasas, pero para flamas potentes tendrás que ir agregando poco a poco mientras se consume.

-No seas desesperado y no pongas la carne si ves que aún hay fuego prendido, ya que en lugar de asarla, la quemarás; lo mejor es esperar de 10 a 15 minutos para empezar.

-Una técnica para saber si ya es el momento perfecto es poner la mano a 30 cm de la parrilla, si no aguantas 10 segundos, aún no es tiempo.

-El carbón es el compañero ideal para tu asador, pero si quieres que tu carnita tenga un sabor diferente y a ahumado, una leñita te ayudará a conseguirlo.

-No sazones la carne estando cocida, lo mejor es hacerlo antes de echarla al asador, sobre todo si es arrachera, pollo o un corte más fibroso.

-Y con sazonar nos referimos a ponerle sal, no aceite, salsas, ni nada.

-Si tu corte ya llegó al término que esperas, déjalo reposar 20% del tiempo que estuvo cocinándose; o sea, si tardó 40 minutos, cúbrelo con un aluminio por 8 minutos.

-Sabemos que se ve muy antojable, pero no la cortes saliendo del asador, deja que se repose para que no se seque y sus jugos se concentren.

Entonces, ¿se va a hacer o no la carnita?

Nadie entiende la importancia de un asador en casa, más que un norteño; y menos van a entender cuando alguien con unos pellejitos que ni ganas dan de echarlos a la parrila, ¿a poco ustedes no se estresarían?

Para los que sí sabemos (y le entendemos), un buen corte de carne es lo más importante para prender el asador y, a veces, es lo único que necesitamos para comenzar el ritual: abrir una cerveza y celebrar con los amigos; ¿qué celebramos?, eso no importa, sólo disfruta.

Si ya tienes a los amigos, lo único que te falta es conseguir una buena carne… ¿y de cuáles hablamos?

T-bone

Su hueso en forma de T podrá ser reconocido en seguida, que su finalidad no essólo chuparlo al terminar tu trozo de carne, sino conducir el calor entre los dos músculos de este tipo de corte: el New York y el filete. Pídelo siempre de una pulgada y media de grosor y sólo ponle sal como sazonador.

Rib Eye

De los preferidos de muchos por ese marmoleado que lo hace un corte suave, este corte es ideal para consumirse en término medio, es muy noble al cocinarse, así que antes de que te des cuenta, ya estarás salivando.

Sirloin

Llamado corte magro, por su poca cantida de grasa, este corte a veces es comparado con un Rib Eye, pero no cuenta con tanto sabor, así que con él puedes emplear cítricos para sazonarlo o unas salsitas bien picosas.

Costillitas

Ve haciendo los cubiertos a un lado, porque cuando salgan de la parrilla no los vas a ocupar; primero, porque su carne se desprende fácil y, segundo, porque el saborcito que desprende te hará querer ruñir hasta los huesitos.

Arrachera

El corte tradicional de toda parrilla norteña que debe su ricura a la grasita que tiene y entre vuelta y vuelque debes darle en el asador, terminarás comiéndola antes de que llegue al plato.

Unas cebollitas y salchichas le darán el toquecito a esta festividad sin motivo, un guacamolito, unas cervezas… pero sobre todo, ¡ponle actitud, compa!

Empezando el año todos buscamos la mejor manera para cuidar nuestra figura y con las carnitas asadas los fines y créenos, sabemos lo difícil que es tener autocontrol, por eso te enseñamos la mejor manera para que puedas cuidar tu figura y degustar de un rico corte al asador: la carne magra. 

La carne magra se compone por fibras musculares, es libre de cartílagos, venas y tejido graso. Este tipo de carne la podemos conseguir en aves, pescados, reses y cerdos ¡y aportan más proteínas que cualquier otro corte! 

Ya te andas enamorando de estos cortes, ¿verdad? Bueno, ¡agárrate, que esto te va a encantar! La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, nos dice que una porción de 100 gramos de carne magra, contiene menos de 10g de grasa total, 4.5g de grasa saturada y 95mg de colesterol. 

¿Creías que era todo? Bueno, además de ser una excelente opción pa’ que no te quedes con el antojo, la carne magra contiene muchísimos beneficios que nos ayudan a proteger y mejorar nuestra salud. 

Las carnes magras son una buenísima fuente de vitamina B y hierro, lo que nos ayuda a prevenir problemas en la sangre, además de aumentar la energía del organismo, lo cual elimina la fatiga, irritabilidad y cansancio de nuestro cuerpo trabajador. Otro beneficio que tenemos que mencionar, es su excelente jale para reducir el colesterol, además ayudan al aumento en los niveles de Omega 3. 

Antes de que te vayas corriendo a la Ramos, te mencionamos algunos de los cortes que se consideran magros, como la aguja norteña, el riquísimo new york, del sabor caribeño de la picaña, la falda o el chambarete. Ya sea al horno, a la plancha o al asador prepara tu carnita con sus verduritas pa’ darle un equilibrio más fit. 

¿`Tons, qué esperas para ir por tu riquísimo corte de carne magra?