Cuando conocemos a alguien especial, nos fijamos en sus ojos, sonrisa o si nos hace reír, ¿qué no? Pues algo similar pasa cuando vamos a la Ramos a elegir el corte de nuestros sueños, su grosor, color, tacto y olor, son algunos de los factores que debemos considerar para enamorarnos del corte perfecto. En la nota de hoy te damos estos consejos para que tu próxima visita a la carnicería seas todo un profesional desde antes de llegar al asador.

El primer punto que debes considerar es preguntar. 

¡No te quedes con la duda! Y pregúntale a tu carnicero toda la información del corte que te hizo ojitos, de dónde viene, qué edad tenía el animal, su raza y origen, en sí toda la información que te gustaría saber. Recuerda que el conocimiento es poder, compa. 

¿Crees el amor a primera vista? 

Bueno, pasa lo mismo con la carne, para identificar un buen corte con la mirada hay varios puntos que debemos tener presente, como el color de la carne. Si nuestro corte es de res, debe tener un color rojizo vivo con la grasa de color blanco. Si nuestro corte es de cerdo, debe tener un color rosado con la grasa de color blanco. Si encontramos un corte con manchas oscuras, significa que el corte no es de buena calidad, esto pasa por la falta de refrigeración. 

Brillas y brillas.

Si escogemos un corte pálido lo mas seguro es que haya perdido su calidad, ya que con el paso del tiempo va a perdiendo el brillo y tomando un color marrón para terminar de lucir un poco pálido. 

Sangriento como en Halloween.

Si al momento de escoger una charola de carne nos damos cuenta que trae un exceso de sangre o está goteando, ¡cámbiala! Elige piezas que estén enteras y frescas, no que estén bañadas en sangre, ya que le pierde todo el sabor a nuestro corte. 

La grasita sabrosa.

Tienes que saber, que un corte con mucha grasa puede aportar un riquísimo sabor y ayuda a que la carne no se seque. La grasa debe ser suave, aceitosa y casi, casi moldeable. Ahora sabes que si tu corte trae grasa, le puede dar un plus muy sabroso. 

Nuestro mandamiento para encontrar un buen pedazo de carne, son tres puntos muy importantes. Que la carne sea brillante, que se vea jugosa sin estar nadando en sangre y un color rojo vivo que no haga más que enamorarte pa’ correr y ponerla en el asador. 

¿Cómo ves, compa? ¿Vamos prendiendo el asador?

Cuando conocemos a alguien especial, nos fijamos en sus ojos, sonrisa o si nos hace reír, ¿qué no? Pues algo similar pasa cuando vamos a la Ramos a elegir el corte de nuestros sueños, su grosor, color, tacto y olor, son algunos de los factores que debemos considerar para enamorarnos del corte perfecto. En la nota de hoy te damos estos consejos para que tu próxima visita a la carnicería seas todo un profesional desde antes de llegar al asador.

El primer punto que debes considerar es preguntar. 

¡No te quedes con la duda! Y pregúntale a tu carnicero toda la información del corte que te hizo ojitos, de dónde viene, qué edad tenía el animal, su raza y origen, en sí toda la información que te gustaría saber. Recuerda que el conocimiento es poder, compa. 

¿Crees el amor a primera vista? 

Bueno, pasa lo mismo con la carne, para identificar un buen corte con la mirada hay varios puntos que debemos tener presente, como el color de la carne. Si nuestro corte es de res, debe tener un color rojizo vivo con la grasa de color blanco. Si nuestro corte es de cerdo, debe tener un color rosado con la grasa de color blanco. Si encontramos un corte con manchas oscuras, significa que el corte no es de buena calidad, esto pasa por la falta de refrigeración. 

Brillas y brillas.

Si escogemos un corte pálido lo mas seguro es que haya perdido su calidad, ya que con el paso del tiempo va a perdiendo el brillo y tomando un color marrón para terminar de lucir un poco pálido. 

Sangriento como en Halloween.

Si al momento de escoger una charola de carne nos damos cuenta que trae un exceso de sangre o está goteando, ¡cámbiala! Elige piezas que estén enteras y frescas, no que estén bañadas en sangre, ya que le pierde todo el sabor a nuestro corte. 

La grasita sabrosa.

Tienes que saber, que un corte con mucha grasa puede aportar un riquísimo sabor y ayuda a que la carne no se seque. La grasa debe ser suave, aceitosa y casi, casi moldeable. Ahora sabes que si tu corte trae grasa, le puede dar un plus muy sabroso. 

Nuestro mandamiento para encontrar un buen pedazo de carne, son tres puntos muy importantes. Que la carne sea brillante, que se vea jugosa sin estar nadando en sangre y un color rojo vivo que no haga más que enamorarte pa’ correr y ponerla en el asador. 

¿Cómo ves, compa? ¿Vamos prendiendo el asador?

Empezando el año todos buscamos la mejor manera para cuidar nuestra figura y con las carnitas asadas los fines y créenos, sabemos lo difícil que es tener autocontrol, por eso te enseñamos la mejor manera para que puedas cuidar tu figura y degustar de un rico corte al asador: la carne magra. 

La carne magra se compone por fibras musculares, es libre de cartílagos, venas y tejido graso. Este tipo de carne la podemos conseguir en aves, pescados, reses y cerdos ¡y aportan más proteínas que cualquier otro corte! 

Ya te andas enamorando de estos cortes, ¿verdad? Bueno, ¡agárrate, que esto te va a encantar! La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, nos dice que una porción de 100 gramos de carne magra, contiene menos de 10g de grasa total, 4.5g de grasa saturada y 95mg de colesterol. 

¿Creías que era todo? Bueno, además de ser una excelente opción pa’ que no te quedes con el antojo, la carne magra contiene muchísimos beneficios que nos ayudan a proteger y mejorar nuestra salud. 

Las carnes magras son una buenísima fuente de vitamina B y hierro, lo que nos ayuda a prevenir problemas en la sangre, además de aumentar la energía del organismo, lo cual elimina la fatiga, irritabilidad y cansancio de nuestro cuerpo trabajador. Otro beneficio que tenemos que mencionar, es su excelente jale para reducir el colesterol, además ayudan al aumento en los niveles de Omega 3. 

Antes de que te vayas corriendo a la Ramos, te mencionamos algunos de los cortes que se consideran magros, como la aguja norteña, el riquísimo new york, del sabor caribeño de la picaña, la falda o el chambarete. Ya sea al horno, a la plancha o al asador prepara tu carnita con sus verduritas pa’ darle un equilibrio más fit. 

¿`Tons, qué esperas para ir por tu riquísimo corte de carne magra?